Muchas veces la vida nos empuja a cambiar el rumbo que andábamos
recorriendo, sin darnos cuenta nos empuja a trazar un nuevo trayecto en nuestra
existencia, sin comprenderlo realmente, nos enseña cuales son las puertas que
se abren enfrente a nuestros ojos, puertas llenas de oportunidades, que siempre
estuvieron ahí, por si algún día tuviéramos la suficiente fuerza, y confianza
en atravesarlas, el reto mas grande para pasarla es el dejar libre a aquel
sentimiento que nos ata, que nos paraliza, que no deja que seamos libres, ese
sentimiento tan conocido que corta nuestras alas, que detiene nuestros pasos,
el miedo…. Por que seguir su camino, si todo lo que este implica es engañoso, falso,
que inhiben nuestras capacidades, no deja que mostremos lo que realmente somos,
por que seguir su consejo engañoso, que intenta apoderarse de nuestra mente
humana, que opaca la luz de nuestra alma.
Al dejar de lado esta voz que solo intenta engañar a mi ser, puedo ver
mucho mas claro las cosas que voy viviendo, todo lo que vivo tiene un
significado mas amplio, mas completo, mas certero, mas real, y mas perfecto,
solo cuando uno deja de escuchar el sonido que este sentimiento emite a
nuestros oídos puedo sentir como la libertad es la que reina en mi vida, en mis
ideas , en mis sentimientos, en toda mi esencia real.
Siento que puedo expresar todo lo que se encuentra enterrado en mi
interior, en lo mas profundo de mi ser, siento que puedo caminar segura, pues
como sentir miedo si la presencia de la divinidad esta conmigo, esta
floreciente en mi ser, y resplandece justo enfrente a mis ojos, como sentir
miedo si me siento mas feliz y alegre
que antes, si encuentro una razón para levantarme cada mañana a agradecer
verdaderamente con el alma al creador por cada detalle que me esta obsequiando,
por cada nuevo y bello regalo que me va dando, como no sentir fuerzas, si mi fe ahora es un gigante, con armaduras, que
me hace sentir fuerte, guerrera, pues me provee de todo lo que necesito para
SER LO QUE SOY, para DAR LO QUE TENGO, para alcanzar el mas alto nivel que
pueda alcanzar, para tocar y sentir con mis propias manos la magia que existe
en el cielo, mas allá de la tierra, mas allá del viento y del agua, mas allá de
las montañas y del océano, mas allá de las estrellas, mas allá de todo lo que
mis ojos humanos puedan contemplar, y mas allá de lo que mi mente pueda
imaginar.